Christmas Night - Sofía



Cuando relato esto, siempre derramo un par de lágrimas, porque aunque me hago la fuerte, la verdad es que soy enteramente débil.

Sé que alguien como yo, no podría sobrevivir ante tal catástrofe, pero aunque no lo crean, pude rescatar a todos mis hermanos de esos terribles monstruos.

Bueno, casi. 

Nicholas fue capturado por aquellos alienígenas y no pude hacer nada, mi pequeño hermano, el menor de todos, mi tesoro más preciado, mi responsabilidad.

Aún sé que está con vida, lo siento dentro de mi corazón, Nick está aún con vida.

Fue espantoso, como sucedió.

Por supuesto, era 24 de diciembre, el turno de mamá en el hospital se había prologando más de la cuenta, Víctor, Debbie, Nick y yo habíamos dado los últimos toques navideños a nuestra casa, en realidad nuestro departamento en las afueras de la ciudad, recuerdo aun cuando un amable señor llamado Ethan Verbinski nos lo vendió. Convenció a mi madre de que era el espacio ideal para nosotros, dos pisos en un solo departamento. Amplio, cómodo. Y era verdad, nuestro dúplex era encantador. Ahora hecho escombros.
Aquella noche, esperábamos a mamá con la cena, sus órdenes fueron que a las 10 en punto, estuviéramos listos para que cuando ella llegue trayendo el delicioso pavo, habitualmente entregado por el Jefe de Personal de Hospital.

Mi madre, una joven de 38 años, esbelta, de hermoso cabello oscuro.  Fuerte, decidida, una mujer incomparable. A pesar de lo que hice, ni siquiera puedo parecerme a ella. Era una guerrera.
Cuando sucedió todo, hizo hasta lo imposible por mantenernos unidos, por protegernos. Dio su vida por la nuestra.
Se enfrentó a ellos como si no les tuviera miedo. Aún recuerdo su última orden: “mantén unida a la familia”.
No pude cumplirla, Nick fue secuestrado, pero sé que aún está con vida y tengo que rescatarlo, no sé cómo, ni sé a dónde se lo han llevado, pero aunque hayan pasado dos meses desde que llegaron, y se apoderaron de todo, no abandonaré a mi Nick. No lo haré.

Cuando ellos llegaron, arrasaron con todos nosotros, los que pudimos escapar, nos metimos en los antiguos refugios anti -atómicos de los años 60. Aquellos búnkeres bajo tierra, revestidos con plomo, vestigios del antiguo pánico a una Guerra Nuclear.

Nick, debe estar aterrado, pero con vida, algo me lo dice.
El día que ellos llegaron, no pude creerlo, era nochebuena, la noche más apacible del año, el día en que la destrucción comenzó,  por alguna extraña razón, escogieron nuestra ciudad como su primera aparición.  Era realmente inconcebible, las naves eran totalmente distintas a las que había visto tantas veces en los documentales de televisión, y más aún, las que Hollywood nos relataba en cada película.

Ellos llegaron para quedarse, ellos llegaron para arrasar con todo, ellos llegaron para someternos, y yo aún sigo aquí con vida para reunir a mi familia.


Espérame Nick, voy por ti.