10:00 pm.
Cuando Ethan Verbinski llegaba a
su apacible casa, en las afueras de la ciudad, esperaba solo el dulce aroma de
su mujer con quien se había casado desde hacía ya 10 años. Era nochebuena y había llegado a un excelente acuerdo por un
conjunto habitacional, que le permitiría
una buena comisión y unas
excelentes y apacibles vacaciones de fin de año. Regresaba, aunque cansado, con los
regalos de esa noche, su familia venía desde el otro lado del país para pasar las fiestas con ellos. Su madre, una señora joven de apenas 45 años, dedicada enteramente a su empresa de
distribución de cosméticos; su padre, un apuesto señor, militar retirado, aunque sus facciones serias engañaban a cualquiera, pues era un hombre muy
amable y sereno.
-Amor, ya llegué, ¿aún no vienen mis papás? Ya es tarde, deberían haber llegado hace horas de sus compras!- dijo Ethan impaciente, mirando el reloj de pared comprado hace un par de días.
-Amor, ya llegué, ¿aún no vienen mis papás? Ya es tarde, deberían haber llegado hace horas de sus compras!- dijo Ethan impaciente, mirando el reloj de pared comprado hace un par de días.
-No querido, salieron temprano pero ya
deben estar acá, - dijo Susan cuando arreglaba la mesa para
la cena navideña - solo se fueron a comprar un par de cosas
que tienen que llevar cuando regresen a Atlanta, a lo mejor…. – se calló súbitamente
cuando escuchó un ruido
como de un avión acercándose
y al mismo tiempo la puerta.
-Hijo, ¿ya estás aquí?, Edgard por favor ayúdame un poco con esto que pesa demasiado, ¡haz algo hombre! – Decía Loretta cuando le pasaba a su esposo las pesadas bolsas llenas de artículos de cocina, ropa de bebé y juguetes - ¿Sentiste eso? Fue como un avión cerquísima, pensé que se estrellaría aquí mismo, en fin, ¿ya está todo listo Susie? – se dirigió a Susan cuando se acercaba a darle un beso.
-Si Loretta, pero cuéntame, encontraron todo?, ustedes dijeron que se iban solo una hora, dos máximo dándole tiempo a Ethan a que regresara a tiempo…- Dijo Susan al entregarle un vaso de fresca soda a Loretta.
-Si hija, pero una travesía, te diré, y caminamos demasiado pero compramos todo, Albert y los niños estarán encantados con estos regalos, eso los animará después de la muerte de Lisa, los niños estaban destrozados cuando su madre murió que, bueno, es mi deber como abuela no? – Loretta lo dijo con una expresión triste, sabía que era difícil que una de sus nueras haya muerto en tan inexplicable accidente, dejando a sus nietos y a su hijo desolados.
-Hijo, ¿ya estás aquí?, Edgard por favor ayúdame un poco con esto que pesa demasiado, ¡haz algo hombre! – Decía Loretta cuando le pasaba a su esposo las pesadas bolsas llenas de artículos de cocina, ropa de bebé y juguetes - ¿Sentiste eso? Fue como un avión cerquísima, pensé que se estrellaría aquí mismo, en fin, ¿ya está todo listo Susie? – se dirigió a Susan cuando se acercaba a darle un beso.
-Si Loretta, pero cuéntame, encontraron todo?, ustedes dijeron que se iban solo una hora, dos máximo dándole tiempo a Ethan a que regresara a tiempo…- Dijo Susan al entregarle un vaso de fresca soda a Loretta.
-Si hija, pero una travesía, te diré, y caminamos demasiado pero compramos todo, Albert y los niños estarán encantados con estos regalos, eso los animará después de la muerte de Lisa, los niños estaban destrozados cuando su madre murió que, bueno, es mi deber como abuela no? – Loretta lo dijo con una expresión triste, sabía que era difícil que una de sus nueras haya muerto en tan inexplicable accidente, dejando a sus nietos y a su hijo desolados.
-Sí, lo es, bueno, cenamos ya y esperamos
las doce? –Dijo Susan
emocionada como si estuviera muriendo de ganas de formular esa pregunta desde
hacía horas.